Transición energética, transformación laboral y democratización del saber son algunos de los desafíos que plantea la implementación de la inteligencia artificial en el sector de la refinación de hidrocarburos. Esa fue la conclusión a la que llegaron representantes de las empresas y de sindicatos del sector, en el marco de un foro de diálogo de la Cámara Argentina de la Energía (CADE).
La IA ya se convirtió en un actor central en todas las industrias. Promete transformar las dinámicas operativas y laborales del sector a un ritmo inédito. En el foro intrasectorial de CADE, compararon la situación con el Neolítico. Desde entonces no hubo una revolución igual, afirmó Sergio Faraudo, vicepresidente de Relaciones Laborales de Pan American Energy.
«Este hecho no es menor y se debe tener en cuenta para analizar la complejidad del proceso que se está viviendo y cómo encararlo en el marco laboral”, dijo Faraudo.
El diálogo y la planificación conjunta es crucial. «Cuanto más profunda sea la relación, el enriquecimiento será mayor no solo en los vínculos, sino en la posibilidad de transformar en forma virtuosa todos los temas que se van planteando en un escenario económico y social dinámico», indicó al respecto Miguel Peirano, director ejecutivo de CADE.
El encuentro tuvo lugar en la sede de la Universidad Católica Argentina (UCA), como parte del foro sindical y empresarial de la industria de la refinación, coordinado por Patricio Bulgheroni.
Allí surgieron interrogantes sobre los desafíos y los aportes que podrá hacer la IA en el ámbito de la producción de combustibles.
Uno de los puntos mencionados fue la conjunción entre inteligencia artificial y otro proceso que atraviesa hace años el sector: la transición energética. «Es fundamental sentarnos a la mesa y discutir las cosas que nos van a pasar. Vamos a estar ahí para preparar a nuestra gente y encontrar soluciones«, expresó Marcelo Aldeco, vicepresidente de Relaciones Laborales de YPF, que llamó a prever y adelantarse a las transformaciones y sus posibles consecuencias.
Por el lado de los sindicatos una inquietud es cómo la IA repercutirá en el trabajo. Estuvo presente Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA e integrante de la CGT. Él también puso el acento en el diálogo entre las empresas y el gremio.
«La mejor forma de reivindicar el derecho de los trabajadores es fomentar el diálogo, dejando en claro que la persona que invierte y apuesta por el país no es un enemigo, sino que forma parte del componente en la relación del crecimiento al desarrollo», dijo Martínez, uno de los sindicalistas dialoguistas con el gobierno de Javier Milei.
En la misma línea se pronunció Faraudo, de Pan American Energy. «Estamos trabajando en liderazgos distintos, en modelos que no solo sean sostenibles, sino que permitan generar nuevos puestos de trabajo adaptados a las necesidades actuales», aseguró el representante de la empresa.
Por su parte, Gabriel Barroso, secretario general de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles, destacó la ayuda que la inteligencia artificial -a través de la puede dar en el aspecto de la seguridad.
“Entendemos que la tecnología y la robotización es algo que se viene. Dentro de los aspectos positivos, la inteligencia artificial es capaz de mejorar la seguridad y salvar vidas. De nuestro lado siempre valoramos a las partes que busquen dialogar”, sostuvo Barroso.
También el anfitrión, Miguel Schiavone, rector de la UCA, se refirió al impacto laboral de la IA. «La inteligencia artificial no reemplazará al humano, sino que las personas serán reemplazadas por otras que tengan conocimiento en este campo». Y añadió: «Por lo tanto, la clave está en democratizar el saber».