El Foro de Doha que ha comenzado este sábado en la capital de Qatar acoge este fin de semana nuevos encuentros diplomáticos internacionales para intentar apaciguar la nueva crisis desatada en Siria con el comienzo a finales del mes pasado de una ofensiva rebelde y yihadista que ha puesto en jaque al Gobierno sirio.
Rusia, Irán y Turquía están protagonizando buena parte de estos esfuerzos como países mediadores en el llamado Proceso de Astaná, una iniciativa de paz para la guerra en Siria que comenzó hace una década entre el Gobierno de Damasco y parte de la oposición, aunque las importantes milicias kurdas o los grupos yihadistas que ahora participan en esta ofensiva quedaron excluidos.
De momento, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov se ha reunido con el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, para evaluar la situación actual, según ha podido confirmar la agencia de noticias rusa TASS, antes de que esta tarde hablen entre sí Lavrov con sus homólogos iraquí, iraní y turco, Fauad Husein Abbas Araqchi y Hakan Fidan, respectivamente.
Este pasado sábado, Araqchi viajó a Bagdad para reunirse con los ministros de Exteriores iraquí y su homólogo sirio, Basam al Sabbagh, en un encuentro tras el cual los diplomáticos reiteraron su respaldo a su compañero de Damasco y prometieron continuar con sus iniciativas de paz, en un momento en que la ofensiva opositora parece imparable, dado que las fuerzas contrarias al Gobierno sirio aseguran que ya han comenzado la operación para rodear la capital del país.