Al momento de su desaparición, Elvis tenía 18 años y era papá de un bebé de tres meses. Lo vieron por última vez en la mañana del 22 de diciembre de 2017, cuando un amigo de nombre Guido lo acercó en bicicleta hasta la parada del colectivo, en avenida 9 de Julio y calle 8. Debía tomar el micro que lo llevaría hasta la casa de su abuela, por 25 de Mayo, casi Ruta 11, pero nunca llegó.
“Este es el aniversario del día donde nos quedó ese recuerdo de haberlo visto, lamentablemente, por última vez”, expresó Romero que sigue incansable la búsqueda de su hijo tras siete años sin tener ningún dato certero sobre su paradero. En ese contexto, el domingo se realizó una misa familiar en la iglesia de San Javier: “Teníamos la necesidad de pedirle a Dios, para que si él está con vida, que le dé fortaleza donde esté. Y si ya no está, si algo le pasó, poder llegar a la verdad”.
Romero sostuvo que la investigación se activa “solamente cuando hay algún tipo de llamado o supuesta pista porque de otra manera nunca hubo; desde el momento que él salió de mi casa a la parada y que sabemos que llegó a la parada por el amigo. Nunca nadie lo vio, ni siquiera los colectiveros”, apuntó.
“Desde el momento en que ofrecieron la recompensa, que empezó en 200.000, después aumentó a 300.000, después se fue a 2 millones, más la recompensa nacional también que hay, la gente llamaba hasta la pandemia”, recordó.
Para Erika, si Elvis “estuviera contra su voluntad tantos años, hubiera intentado escapar, salir, llegar, pedir ayuda a algún lugar, a su familia. Creo que algo a él le pasó ese día. Porque tantos años y que siga así es porque algo le pasó esa mañana”.
“Siempre le pido a Dios que no me quiero ir de esta vida así como se fue su papá, su abuelo, sin saber qué pasó con él. Por salud también me tuve que alejar de mi casa porque me despertaba y se me hacía que escuchaba el silbido de él o sentía su perfume. Por salud me fui a unos kilómetros de Resistencia; pero bajar los brazos nunca se me pasó por la cabeza”, expresó.
“Siempre le pido a esa persona que sabe algo sobre él, que vio algo o escuchó algo, que lo informe, que lo haga anónimo, para poder llegar a él. Espero traerlo a casa de regreso, sea de la forma que sea”, remarcó la mamá de Elvis.