De los 24 participantes originales de esta edición de Gran hermano (Telefe), él asomaba desde el vamos como uno de los candidatos a llegar a la final: alma de líder, seductor, carismático y estratégico. Así se lo vio las primeras dos semanas, en las que armó una placa picante con la que dejó en claro sus ganas de ganar y no de armar un club de amigos. Giuliano iba por la gloria. Pero construyó un extraño triángulo amoroso junto a Jenifer y Chiara, que en cámara, al menos, lo dejaba muy mal parado. Ahora, del otro lado de la puerta, asume que «hice mal algunas cosas, pero somos tres adultos y todos tenemos responsabilidad en cómo se dieron las cosas. Yo lo pagué caro y acá estoy… afuera. Y está bien«.
Nano -por lo visto en estos casi dos meses de juego y en las pocas horas que lleva «en el afuera»- no es de los que se conforman fácil. Dice «está bien» e inmediatamente completa la idea: «Apenas salí ya quería volver, pero ahora tengo muchísima más necesidad porque he visto cosas que me han abierto aún más los ojos. Veo la tristeza de Jeni, veo la alegría medio inentendible de Chiara y quiero terminar con esa especie de triángulo que ensució todo y empañó mi juego. Y también quiero aclarar algunas frases desafortunadas que dije al principio. Y pedirles disculpas en la cara a quienes corresponda. Ahí adentro a veces decís cosas que no pensás, pero está bueno no dejarlas pasar».
Para los que no siguen el reality, ya en los primeros días se vio un juego de seducción entre Nano y Jenifer, entre Nano y Chiara, y una especie de amistad entre ellas. Nada muy claro, pero picante. Una noche Jenifer quedó eliminada, parecía que cada uno seguía su vida como quisiera y, «en el adentro», el santafesino de 33 años y la hija del ex futbolista Alejandro Mancuso comenzaron con una relación con aroma a romance apasionado. Hasta que un lunes a la tarde él le aclaró que no quería comenzar una relación ella. Ella lo persiguió hasta el baño, lloró, hablaron… y unos minutos después reapareció Jenifer por la puerta giratoria (entró en reemplazo de Andrea, que abandonó por temas de salud) y él se volcó a ella, la abrazó, la besó, se tomaron de la mano y Chiara quedó hundida en una suerte de humillación televisada.
Se suponía -según ella misma graficó cuando volvió- que Jenifer (ex del futbolista Ricardo Centurión) regresaba para vengarse de Nano. Pero la estrategia discursiva le duró poco. Se engancharon, tuvieron sexo y este domingo él quedó eliminado. Jenifer llora, Chiara ríe.
Una telenovela dentro del reality
-Ves esas dos caras del triángulo que formaron y ¿qué sentís?
-Amor y bronca. En el debate (del lunes) le veía la carita a una, toda mojada por lágrimas y me partía al medio. Y veía a la otra muy sonriente y había algo que no me cerraba. Muy loco que de una relación confusa entre tres sólo uno salga bien parado.
-Bueno, convengamos que no debe ser agradable ver que la persona con la que hasta hace un rato estabas a los besos de golpe te suelte la mano y se vaya con otra.
-Es que yo había sido muy clara con Chiara muchas veces. Me gustaba, pero no era nada serio. Ella lo sabía y estaba archi hablado. Habrán visto lo claro que fui ese día, sin saber, encima, que un rato después iba a volver Jenifer.
-Tal vez podrías haber sido más prolijo…
-Lo quise ser, pero en ese momento era imposible hablar con ella. Por eso esperé que se calmara y a los dos días nos sentamos como dos adultos en ese banquito al lado del baño y hablamos bien. Y eso que todavía no descifraba bien a qué había vuelto Jeni. Pero yo quería cortar eso que estaba medio confuso con Chiara, para no lastimar a nadie.
-¿Y a qué volvió?
-Se supone, por lo que me entero ahora, entró para vengarse de mí, pero evidentemente no pudo. A los dos nos pasan las mismas cosas. Lo mío con Jeni fue inevitable dentro de la casa… me enamoré, segunda vez que me pasa en la vida. La primera fue con la mamá de mi hijo. Y después nunca más. Soy una persona que no se ata fácilmente a los vínculos emocionales.
Padre de Tonni, de 7 años, este martes a la mañana tuvo contacto con él, primero mediante una videollamada desde el hotel donde Nano hace el aislamiento, y luego a través de un móvil en vivo en A la Barbarossa (Telefe): «No sabés lo que lloré. Él es todo para mí y esto lo hago por Tonni. Quiero que pueda tener la mejor vida posible. Me gustaría algún día poder traerlo a Buenos Aires. En Venado tuerto está muy bien, pero acá hay más posibilidades».
-Como la mayoría de los eliminados, ¿vos también soñás con ser panelista?
-Yo estoy abierto a todo, pero me gustaría hacer algo asociado al kick boxing, que es una disciplina que me fascina y que practiqué mucho tiempo. Y hoy el boxeo está de moda…
-¿Estás imaginando un programa con famosos boxeando?
-No tanto, pero ojo que podría ser. No, sueño con otra cosa, pero no sé si puedo decirlo. Bueno, te lo digo, listo: me encantaría estar en las «reacciones» (comentarios) del streaming que tiene Maravilla Martínez. Es mi ídolo. Me muero si un día puedo estar al lado suyo. Entre ayer y hoy estuve al lado de mil famosos que desde mi pueblo veía por la tele y no lo puedo creer. Estuve con Georgina, con la Ubfal y con Santi (Del Moro), por ejemplo, ¿me entendés?
Nano está dispuesto a sacarle jugo a su paso por todos los programas de esta semana rumbo al repechaje del lunes: «Quiero que vuelva a haber rivalidad en la casa. Y noto que Santiago (alias Tato, el uruguayo) es una terrible bestia como jugador, me saco el sombrero. Adentro lo sentía fuerte, por eso iba mucho contra él, pero ahora veo que está haciendo un juego súper inteligente junto a Luciana», reconoce.
-De los 15 participantes que hay hoy, ¿a quiénes ves con chances de llegar a la final?
-A Santiago, a mi amigo Ulises, pero tiene que ordenarse racionalmente porque está medio errático, y a Petrona, que dice que quiere irse, pero la veo llegando lejos.
-Y si te eligen en el repechaje…
-Entro y pateo el tablero. Voy a tener una charla con Brian, a quien tenía como rival. Primero le voy a pedir disculpas y después voy a intentar jugar con él.
-¿Y con Jenifer qué vas a hacer?
-Decirle que la extrañé, besarla, demostrarle todo lo que siento por ella. Es muy loco escucharme decir esto, porque soy medio frío para el amor, pero me enamoré y bienvenido sea.