La salida de Martina Pereyra de Gran Hermano desató una ola de gritos, reproches y furia colectiva. La modelo perdió un mano a mano reñido con Catalina Gorostidi, y su despedida fue apenas el inicio del escándalo.
Santiago «Tato» Algorta se convirtió en el blanco principal de los reclamos. Varios compañeros lo responsabilizaron de la eliminación de Martina, acusándolo de manipular la placa para perjudicarla.
Durante la gala, el conductor Santiago del Moro fue anunciando a los salvados. Eugenia Ruiz fue la primera en quedar fuera de peligro, con apenas el 0,5% de los votos en contra. Luego le siguieron Selva Pérez (1,1%), Gabriela Gianatassio (6,2%), Ulises Apóstolo (12,7%) y finalmente Chiara Mancuso, con un 28,9%.
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Chiara, Lourdes y Ulises, los más agresivos con Tato
Cuando se conoció el resultado –52,6% para Martina y 47,3% para Catalina– la casa estalló. Apenas se cerró la puerta detrás de la modelo, comenzó el asedio contra Tato.
Chiara fue una de las primeras en ironizar con dureza: “Qué buena jugada la del líder, ahí tenés la jugada”. A su lado, Ulises lanzó con sarcasmo un “Felicitaciones”, en tono provocador.
Lourdes, visiblemente alterada, fue aún más agresiva: “Ahí está, andá sacando de a una, así te quedás con Lucecita que le tenés tantas ganas, alzado de m…”. Mientras alguien gritaba “ridículo”, Chiara remató con otra frase filosa: “El gran estratega, sacó a la que más lo quería”.
En cambio, Tato evitó responder. Optó por abrazarse a Lucía Patrone, la participante que se integró al grupo que forman Tato y Luz.
La jugada que desató la tormenta y la polémica en redes
Las críticas internas apuntaron directamente a la estrategia de Tato, quien usó su poder como líder para sacar de placa a Luz y colocar en su lugar a Catalina. Esta movida culminó con la eliminación de Martina este domingo y un silencio en la convivencia.
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En redes sociales, la reacción no tardó. Usuarios de X (ex Twitter), Instagram y TikTok condenaron no solo la actitud de los participantes, sino también la pasividad de la producción frente al nivel de violencia verbal.
Muchos espectadores exigieron a Telefe y a los responsables del reality que se tomen medidas para frenar este tipo de agresiones. La falta de límites quedó en el centro de la discusión, especialmente por tratarse de una emisión en horario central y con alto impacto en el público joven.
La eliminación de Martina no solo marcó un cambio en la competencia, sino que dejó expuesto un nivel de hostilidad pocas veces visto en la casa. Y, ante el silencio de la producción, la polémica promete seguir creciendo.