En la jornada de hoy, para los fieles católicos inicia la Cuaresma con el miércoles de ceniza. Se trata de una celebración litúrgica que se enmarca en un día de reflexión y preparación espiritual para la Semana Santa.
En 2025, la primera luna llena después del 21 de marzo será el 13 de abril, por eso ese día es Domingo de Ramos y la Semana Santa se celebra a partir de esa fecha. Así, comienza el 13 de abril (Domingo de Ramos) y termina el 20 de abril (Domingo de Resurrección).
Su historia
El surgimiento del miércoles de ceniza se remonta al siglo II, cuando los cristianos empezaron a prepararse para la Pascua con dos días de ayuno y penitencia, procedimiento que fue extendiéndose a toda la Semana Santa hasta que, en el año 325 (Concilio de Nicea), ya se estableció en 40 días.
Dicha cifra tiene un significado especial para el cristianismo, coincidiendo con los 40 días que Jesús pasó en el desierto, los 40 años en el desierto del pueblo de Israel o los 40 días de ayuno de Moisés en el Sinaí y de Elías en el Horeb.
Como recuerdan desde el Vaticano, al principio, la Cuaresma comenzaba seis domingos antes de la Pascua; pero como los domingos no se ayunaba, en el siglo V se procedió a separar el Jueves y el Viernes Santo del Triduo Pascual para contarlos como Cuaresma. Más tarde, la Cuaresma se adelantó cuatro días, llegando así al actual miércoles de ceniza.
Según la costumbre antigua, en ese día de ayuno y abstinencia, los fieles se acercan al altar antes de la misa para que el sacerdote les marque la señal de la cruz en sus frentes con cenizas, obtenidas tras la quema de los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Siempre que la salud lo permita, el ayuno es obligatorio para los cristianos de entre 18 y 59 años.
Entre las 6 y las 18 horas sólo se puede beber agua, comer de forma ligera, evitando una de las comidas. Asimismo, durante la Cuaresma queda prohibido el consumo de carne roja en mayores de 14 años.