Se realizó la entrega de una distinción a los fundadores del Teatro del Picadero, Guadalupe Noble y Antonio Mónaco. Ambos lo fundaron el 21 de julio de 1980, donde un año más tarde tendría lugar el ciclo Teatro Abierto. El evento se realizó en el Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo F. Sarmiento, y el secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, encabezó la ceremonia de entrega de la Distinción por su Trayectoria y Aporte a la Cultura de la República Argentina.
El hecho contó con la participación de referentes del ámbito teatral argentino, entre ellos, Carlos Rottemberg, Máximo Soto y Tencha Sagastizábal.
Tras dar la bienvenida, Leonardo Cifelli señaló: «Voy a ser breve, porque hoy los verdaderos protagonistas son Guadalupe y Antonio, y estoy ansioso porque escuchen su historia… Siempre creí que había que recuperar este tramo de la historia de la cultura en la Argentina que estaba olvidado o que se había ocultado. El Teatro del Picadero fue un precursor para su época, un espacio diferente que nació como un refugio de arte diverso y plural, que alojó los primeros pasos del gran grupo de Teatro Abierto, con una construcción única y muchos sueños que quedaron truncos. La historia argentina ha tardado en reconocerlo, pero todo llega en su tiempo, así que es un honor para mí ser quien los reconozca por su trayectoria y su aporte a la cultura de nuestro país».
La sala original del Teatro del Picadero fue abierta en una exfábrica de bujías diseñada en 1926 por el arquitecto Benjamín Pedrotti, en el entonces llamado Pasaje Rauch (actual Enrique Santos Discépolo), que fue reconvertida por el escenógrafo Gastón Breyer. Allí, la primera obra que se estrenó fue La otra versión o El jardín de las delicias, inspirada en La máscara de la muerte roja, de Edgar Allan Poe.
Allí nació Teatro Abierto
Y allí tuvo lugar Teatro Abierto, una iniciativa que agrupó a dramaturgos, directores, escenógrafos, técnicos de la escena y actores, con el propósito de representar 21 obras breves anunciando tres obras de 20 minutos por día para completar el ciclo en un corto lapso de tiempo.
Luego de la entrega de las placas honoríficas por parte del secretario de Cultura, Guadalupe Noble destacó este reconocimiento público que jamás había tenido: «Quiero agradecer al Centro Cultural, al Palacio Libertad, que representa para mí la cultura oficial y que por primera vez en todos estos años nos han dado un reconocimiento a todo lo que hemos hecho durante ese año y medio que duró el Picadero. Es la primera vez que realmente nos reconocen y nos dan el espacio para poder contar nuestra historia y el aporte que hemos hecho a la cultura nacional. Así que muchas gracias, Leo».
A continuación, leyó un artículo que escribió por pedido del diario Clarín para conmemorar el Día Nacional del Teatro en el que, entre otras cuestiones, destacó las particularidades del diseño edilicio: «En esos días, Breyer declaraba en la carpeta de presentación en sociedad del Teatro del Picadero que repartimos a la prensa: ‘La decisión de obviar un escenario tradicional y económicamente rentable fue meditada. Nace entonces un teatro polivalente. Se apuesta a la creatividad, se tiene fe en el actor y autor como un todo en uno. Se propone más que una sala de teatro, un campo escénico’. Esto se logró a través del diseño de módulos que permitía modificar el escenario y las plateas en diferentes variantes: en O, en U, en L, en H, en Isabelino y longitudinal».
El incendio intencional
Respecto del relato construido en torno al incendio intencional que destruyó este complejo teatral, la actriz y gestora cultural argumentó: «Con el paso de los años, mucho se fue narrando en ensayos, documentales y notas periodísticas sobre el atentado al hoy renombrado Teatro del Picadero, pero como ha sucedido con la memoria de nuestro pasado trágico, la narración de Teatro Abierto y la bomba se tragaron una parte de la historia. No solo desapareció un teatro único en Buenos Aires, sino que no se ha creado una sala con las características con las que diseñamos este».
Y concluyó: «No ignoro que las tiranías son enemigas de la libertad. Sin embargo, la ideologización de la historia, paradójicamente muy propensa a desvirtuar la verdad, convirtió en un acto de resistencia a la dictadura lo que, en realidad, fue antes que nada un hecho de libertad creativa».
En 2007 una constructora estuvo a punto de demoler la fachada y el vestuario del antiguo Teatro del Picadero que se habían salvado del incendio, pero la organización Basta de demoler presentó un recurso ante la justicia y logró detenerlo amparándose en la Ley nacional 14.800. Hasta que el 22 de mayo de 2022 reabrió sus puertas presentando la comedia musical Forever Young dirigida por Daniel Casablanca en una sala semicircular con capacidad para aproximadamente 300 personas. Aunque el edificio actual dista mucho de aquella sala polivalente de origen que estuvo al servicio de la creatividad, este merecido reconocimiento revivió la esencia de este teatro vanguardista que marcó un hito en el plano de la cultura argentina.
POS