El viernes pasado, en Río de Janeiro, en la primera vez que se dirigió como presidente pro tempore del Mercosur y con miras a un futuro acuerdo con la Unión Europea, el Presidente de la Nación Javier Milei mostró una dura realidad de cómo funciona hoy el Mercosur y hacia dónde quiere ir en el futuro.
«Quiero aprovechar esta oportunidad para exponer ante ustedes el diagnóstico y el horizonte de exploración que va a tener este organismo, durante nuestra presidencia», dijo.
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En esa línea señaló varios aspectos clave:
- un mercado común regional es un instrumento al servicio del desarrollo económico de sus países integrantes
- los países lo forman libremente con el objetivo de que le rinda un rédito particular a cada uno
- no es una imposición inalterable, es un instrumento libremente elegido
- esa definición tiene que ser el punto de partida de cualquier análisis.
En primer lugar, Milei destacó: «Como cualquier instrumento, el Mercosur tiene que ser constantemente sometido al escrutinio para ver si funciona o no, si rinde los resultados prometidos o no. La inercia y la conformidad no son una opción porque el uso, de todo instrumento, siempre implica también el coste de oportunidad de no utilizar otro. Los caminos que uno toma se valoraban buenos o malos, también cotejando el valor de los caminos no tomados».
En tanto, explicó que «en segundo lugar, significa también que no puede tener reglas y determinaciones estáticas, si sus normas son perniciosas tiene que ser posible cambiarlas, en función de lo que necesitan los usuarios del instrumento, los países firmantes».
El jefe de Estado argentino agregó que esta segunda alternativa, requiere de una honestidad intelectual y la predisposición al cambio.
En ese sentido, señaló: «Este instrumento debe ser blando y maleable; de lo contrario, su propia rigidez lo termina quebrando. Por esto en la presente hora regional nuestra presidencia pro tempore estará caracterizada por recuperar este espíritu crítico».
El mandatario argentino señaló además un aspecto muy importante que hasta ese momento ninguno de sus antecesores marco que es el espíritu de comprender al Mercosur, como un instrumento perfectible, y de no conformarse con la inercia del statu quo y de hacer lo posible para mejorarlo.
El Presidente describió una cruda realidad al manifestar que desde hace tiempo y tal como funciona hoy, el Mercosur le trae más problemas que soluciones a todos los argentinos.
«Pero ahora voy a hablar por mí y por los 47 millones de argentinos, no como presidente pro tempore del bloque, sino como uno de sus integrantes», expresó y añadió que «la Argentina ha sido destrozada por el chamanismo económico, de nuestros predecesores».
En ese sentido, mencionó que «si se analiza cualquier serie histórica argentina, tenemos el mismo PBI per cápita que en 2007; no generamos un solo puesto de trabajo, desde el sector privado, hace 10 años y tenemos 10 veces más pobres que hace 50 años. Es decir, necesitamos crecer y esto es de manera urgente».
Milei explicó que hay que ir a un Mercosur distinto al actual, ya que se necesita comercializar, capitalizarlo de manera urgente; importar y exportar, de modo urgente, a Paraguay, a Brasil, a Uruguay, pero también con el resto de la región y con todo el mundo.
En su disertación explicó que el Mercosur representa el 1,6% del comercio mundial, pero los números actualizados al 2023 muestran que solo representa un 1,2 % del comercio mundial.
Milei calificó al Mercosur como un corsé asfixiante y dijo que hay que hacer un cambio al afirmar que «liberarse del corsé asfixiante del Mercosur, no es una mera preferencia es una necesidad y permítame aclararles que para ustedes también, dado que aumentar nuestro comercio nos convierte en mejores clientes y en mejores proveedores por eso nuestra vocación es dar un giro de timón y que hay que modificar el arancel externo común».
Además, caracterizó al Mercosur como una etapa de administración de acuerdos, con exceso de regulaciones y freno del comercio que él tratará de modificar bajo su condición de presidente pro tempore.
«En nuestra presidencia pro tempore buscaremos dejar atrás una etapa caracterizada por la mera administración de acuerdos; el exceso de regulaciones y la dificultad para implementar normas, que frenan el comercio intrabloque y con el resto del mundo. Queremos revisar el arancel externo común, que es excesivamente alto. Somos el único bloque comercial que en la última década no bajó aranceles».
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Al respecto, expresó que: «No crean que no hay una relación entre este dato y nuestros escasos resultados comerciales. Por eso presentaremos una propuesta para ajustar el arancel común y estándares internacionales, asegurando una inserción más competitiva, en los mercados globales. Y más allá de las definiciones en torno al arancel común, nuestra presidencia explorará un régimen de mayor flexibilidad y autonomía comercial para los integrantes del bloque, para que cada uno pueda instaurar acuerdos comerciales que les resulten convenientes, para que cada país pueda determinar hasta dónde sí y hasta dónde no haciéndose eco de las necesidades de su propia población, entendiendo que el bloque se beneficia del beneficio de sus integrantes y no solo hace falta impulsar cambios, en materia comercial, pues la Triple Frontera se ha convertido en un colador para las bandas narcoterroristas, que cada día expanden más sus manchas de influencia en la región».
Milei también destacó que para abordar esta crisis, la Argentina, propuso la conformación de una agencia, que siga a las bandas en sus acciones criminales. Y señaló que será ágil, moderna en métodos y recursos y no burocrática y que tendrá investigadores de todos los países, que estudiarán las bandas que intentan dominar loa territorios de los integrantes del bloque.
«En resumen, menos trabas para-arancelarias para comerciar puertas adentro, más libertad para comerciar puestas afuera, y más colaboración en la persecución del narco; sucintos y al punto esos son nuestros objetivos».
En relación con los futuros cambios, Milei citó al ministro de Economía, Luis Caputo quien, hace unos días, dijo que hay momentos en la historia, donde la historia cambia.
Por ese motivo y parafraseando al titular del Palacio de Hacienda, el Presidente manifestó: «Nosotros estamos acostumbrados a leer sobre esos momentos, en libros de textos; entonces asumimos que no lo podemos vivir, que el presente es estático y que hacer historia es algo que ocurre siempre, en el pasado y, sin embargo, la gran historia fue hecha y fue hecha por meros hombres como nosotros; no por dioses».
Afirmó además que «en eso consiste precisamente la libertad del hombre, en poder salir del determinismo de nuestro pasado y hacer algo distinto, ser arquitectos de nuestro propio destino y quiero invitarlos a todos a que hagamos ejercicios de esa libertad, que es el don más preciado que tenemos y que nos animemos a salir del determinismo y hagamos historia grande una vez más».
Al final, en sus agradecimientos, Milei dejó en evidencia su mala relación con el Presidente brasileño Luis Lula Da Silva, ya que no lo mencionó en sus agradecimientos. Lula por su parte no estuvo en la foto de familia de mandatarios del Mercosur lo que deja en evidencia que además de todos los problemas que tiene el bloque la relación entre ambos por ahora no ayudará a tomar muchas decisiones en conjunto para mejorar el Mercosur frente a este nuevo acuerdo anunciado con la Unión Europea.
«Sin más, quiero agradecer nuevamente al presidente Lacalle Pou, por ser el anfitrión de este encuentro, felicitar al presidente electo, Yamandú Orsi y expresar mi entusiasmo por las transformaciones, que queremos emprender. Espero contar con la buena fe de todos ustedes; la realidad es que tenemos dos caminos: o aceptamos que el Mercosur no funciona y lo disolvemos, lo cual no es la voluntad del gobierno argentino, o lo adaptamos para que sea funcional a las necesidades actuales de sus integrantes».