Entre la autogestión y el arte

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La joyería contemporánea argentina no  dejó de crecer en los últimos años. Sus dos vertientes principales (que son, a grandes rasgos, la joyería de diseño y la joyería de arte, con todos los entrecruzamientos posibles con las artesanías, los oficios, los procesos industriales, y tantas otras posibles intersecciones) experimentaron un desarrollo exponencial, tanto en número de creadores como en calidad y profundidad de las propuestas.

Dentro de la joyería de diseño –piezas fácilmente portables, que se pueden integrar a propuestas de indumentaria, se pueden seriar y vender a precios accesibles– muchos diseñadores apuestan por materiales que amplían las características del metal: plásticos, fibras naturales o sintéticas, en muchos casos materiales reciclados, maderas, etc. 

La joyería de arte extiende todos los límites, aborda materiales impensados, se permite cuestionar la portabilidad, la belleza, el formato, experimenta libremente y aunque el cuerpo humano es su punto de partida, la relación que establece con él es abierta. El concepto, en sentido amplio, es parte fundamental de la joyería entendida como obra de arte. 

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Joyeros Argentinos, el espacio que compartimos desde 2008 creadores que creemos en la colaboración y la colectividad como único camino, ha sido uno de los más importantes agentes de visibilización a través de acciones que ponen en contacto a los joyeros contemporáneos entre sí, y a la joyería contemporánea con el público y con distintas instancias estatales. Accedimos a museos y centros culturales, nuestros artistas han participado de salones de arte con piezas de joyería, obtuvimos créditos y subsidios para la creación, la formación, la enseñanza, la difusión.   

La Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea es la iniciativa que viene consolidando nuestra joyería contemporánea en relación con la joyería latinoamericana. Tuvo tres ediciones con centro en Buenos Aires y en este momento está realizando su cuarta edición con sede central en Chile y con circuitos de exposiciones en Buenos Aires (Circuito Buenos Artes), Santiago, distintas ciudades de Latinoamérica y también exposiciones virtuales.

Estos y otros impulsos que de distintas maneras aportan al crecimiento de la joyería contemporánea argentina (escuelas, simposios, talleres, etc.) son siempre de carácter autogestivo. No existen políticas públicas específicas para nosotros, ni siquiera para la joyería contemporánea de diseño, que tiene todo para ser un generador de trabajo y exportación.

En años anteriores, pudimos acceder a políticas públicas de modo lateral, adaptando nuestras necesidades a propuestas más generales que de alguna manera podían incluirnos: fondos de fomento al diseño o a espacios culturales, por ejemplo, o categorías como “espacio no disciplinario” o “arte textil” dentro del Salón Nacional de Artes Visuales. Entendimos esos primeros pasos como el inicio de procesos que tenían que madurar: nada de todo esto nos representaba específicamente, pero nos abría puertas. Aspirábamos a más, y teníamos un largo listado de ambiciones.

Hoy el Gobierno ha declarado a la cultura como uno de sus enemigos principales. Decretó el cierre de museos que eran nuestra casa, eliminó o redujo a su mínima expresión presupuestos que sostenían políticas culturales, espacios y trabajadores. Hoy, no tenemos ninguna expectativa.

Sin embargo, la siembra nunca es en vano. En este momento, el Circuito Buenos Artes se está desarrollando en CABA en espacios públicos y privados que reconocen nuestra joyería contemporánea, un conjunto de propuestas de alta calidad artística y profundo compromiso que necesita ser visibilizada, que conmueve y provoca de distintas maneras a quienes se acercan a ella, genera nuevas relaciones con el público y amplía las posibilidades de expresiones identitarias argentinas.

Así que no bajamos los brazos, continuamos en la autogestión, la creación, la investigación, la búsqueda de sostenibilidad, enmarcándonos con orgullo en la cultura, el arte, el diseño, la artesanía, y por lo tanto, en la exigencia sostenida e inclaudicable de políticas públicas que sostengan la cultura en general, las industrias creativas y el arte en particular, y, específicamente, nuestra joyería contemporánea.

*Joyera integrante del colectivo Joyeros Argentinos, co organizadora de la IV Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea y del Circuito Buenos Artes.

Más info en www.labienal.ar

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